Cuando asistimos por primera vez a una conferencia de Philippe Souchard, nos habla de la globalidad y nos lleva a reconocer lógicamente su necesidad. Ella se nos presenta como una evidencia en la que tendríamos que haber pensado antes.
Al comenzar nuestra formación en RPG volvemos sobre este tema desde los primeros días, probando y confirmando esta evidencia: La organización músculo-esquelética del ser humano nos obliga a mirar y a abordar la totalidad, ya que la corrección de un punto podrá “escaparse” a través de cualquier compensación… pequeña flexión o pequeña rotación, algunas veces casi imperceptibles.
Primero debemos “formar el ojo” como un músico forma su oído para poder percibir la más pequeña nota en falso. Con la práctica constatamos reacciones encadenadas que son extremadamente diferentes de un sujeto a otro (según las características propias de cada uno: regla de individualidad).
Las relaciones entre una corrección y las compensaciones que ésta provoque, serán el material de nuestra investigación…. una investigación minuciosa que nos llevará a descubrir la causa real del problema, o mejor aún, a desenmascarar todas las astucias empleadas por los mecanismos de defensa para ocultar el dolor: regla de causalidad.
Es en este momento cuando muchas veces los PRGistas debutantes son presas del pánico. Hasta aquí la evolución era divertida, casi excitante, como cuando colocamos las piezas de un rompecabezas una después de la otra y empezamos a percibir algo muy interesante. Pero ahora que hemos colgado el cuadro ¿qué debemos hacer? Hay una pieza que no encaja, y nos preguntamos como debemos hacer para ubicarla y sobre todo ¿por donde comenzar?
En algunos casos el paciente habrá puesto en evidencia durante el examen muchos problemas, algunos más importantes que otros. Nosotros querríamos resolverlos todos y más aún el paciente, ya que él quiere deshacerse de todas sus dolencias. Ahora bien, hemos escuchado decir que “la globalidad es hacer todo al mismo tiempo”… tal vez esto ha sido mal interpretado por algunos.
Si examinamos bien el nombre de nuestro método: REEDUCACION POSTURAL GLOBAL, método del CAMPO CERRADO, y nos detenemos en la expresión CAMPO CERRADO, yo estoy segura que se disiparán muchas dudas en lo que concierne al modo de llegar al resultado buscado.
Es así! Cuando pensamos “la globalidad es hacer todo al mismo tiempo”, quiere decir, ni más ni menos cerrar el “círculo” para impedir que las correcciones se escapen camufladas en compensaciones. En cuanto a hacer todo al mismo tiempo, no hay que tomar el mensaje de la RPG como una panacea universal. Esto debe quedar bien claro: nuestra acción se aplica al sistema músculo-esquelético, y puede repercutir sobre otros sistemas solamente si el origen del problema es músculo-esquelético (lo que es frecuente!!!). Por el contrario, si el origen es diferente, por ejemplo, visceral, sabemos muy bien que el hecho de colocar al paciente en “campo cerrado” finalmente desenmascarará sus defensas y revelará con claridad la causa.
De todos modos, la mejor forma de llegar a una conclusión es hacer la prueba. Es decir, hacer nuestro trabajo con probidad y honestidad, partiendo de este principio que siempre debe estar presente en el espíritu de un RPGista. Diagnósticos aparte, seguimos nuestra propia investigación, sin ideas preconcebidas, aplicando nuestros principios de individualidad, globalidad, causalidad, a fin de llegar a poner en evidencia las relaciones de causa-efecto.
Llegamos entonces al punto donde vamos a utilizar estas relaciones para obtener la corrección deseada. Aquí será necesario manejar la globalidad: Determinar cuáles son los elementos de ésta globalidad que están directa o indirectamente implicados en el problema a tratar e insistir sobre ellos. Seguramente que, regla de armonización obliga, no podemos abandonar el resto, porque dejaríamos una ventana abierta a las pequeñas maldades de las compensaciones. No debemos esperar la perfección de una zona para progresar en las otras. Lo que nos servirá de guía (referencia) será la normalización de la región o el alivio del dolor. En cada fase progresión de la postura, aumentamos poco a poco la tensión global. Así vamos suprimiendo cada problema que aparezca. Vamos hasta la amplitud normal del movimiento estirando al máximo las cadenas musculares implicadas.
En realidad, nuestra acción consiste en seguir las pistas que nos ofrecen las compensaciones (es así como el sistema muscular “esconde” el dolor o la molestia). Dolor que vamos a provocar, a revelar para, finalmente, corregir. Esto haremos en cada fase de la postura: ponemos en tensión, encontramos el “nudo” del problema, obtenemos la corrección haciendo aflojar el “nudo”; aumentamos la tensión progresando en la postura para ir a buscar el “nudo” más lejos y corregimos haciendo aflojar… Esto se repite hasta llegar a la amplitud normal del movimiento, en tensión global, lo que nos certificará que no hemos sido “engañados” por los mecanismos de defensa del sujeto, que siempre trata de esconder los problemas en lugar de afrontarlos y corregirlos.
Una última precisión: No debemos desesperarnos cuando recibimos un caso muy complicado. Un paciente que tiene dolores en varias regiones del cuerpo puede necesitar un poco más de paciencia y de tiempo si no tiene relaciones evidentes entre sus diferentes lesiones. Pero a menudo sucede que, haciendo una evaluación más minuciosa, encontramos una postura que nos permite trabajar sobre más de un problema al mismo tiempo, y entonces nos queda simplemente establecer las relaciones de causa-efecto para cada zona y “limpiar” el camino durante la postura. Y ahora… manos a la obra!!!
Artículo publicado en el Boletín francés de RPG. N° 41, Marzo 1993.